Dentro de los requerimientos para conformar equipos de trabajo, hay que tener en cuenta algunos puntos clave:
1. Metas y objetivos.
2. Establecimiento de roles.
3. Relaciones interpersonales.
1) Metas y objetivos:
Es importante que el equipo tenga metas y objetivos claros.
Reflexionemos sobre un objetivo concreto, por ejemplo: aumentar las ventas y preguntémonos si este es un objetivo correcto o incorrecto.
Lo cierto es que este objetivo es incorrecto porque está planteado de forma incompleta. Para que un objetivo sea correcto deber ser medible de acuerdo con cuatro variables claves:
• Lo que se aspira lograr: expresado en infinitivo, por ejemplo: vender, cobrar, agilizar, etc.
• La unidad de medida: producto, servicio, clientes, etc.
• La cantidad: responde a la pregunta ¿cuánto? (cantidades y porcentajes).
• El horizonte de tiempo: responde a la pregunta ¿cuándo? (meses, semanas días, años).
El objetivo anteriormente planteado debería haberse formulado de la siguiente manera: “aumentar las ventas en un 30% con respecto al año x para marzo del año x+1”.
Para recordar las características de un objetivo le ofrecemos una regla mnemotécnica: un objetivo debe ser MARTE. Esto es:
- Medible
- Alcanzable
- Retador
- Temporal
- Específico
Las herramientas prácticas para lograr esto, son:
- Establecer los objetivos en conjunto.
- Aplicar la regla de MARTE para cada objetivo.
2) Establecimiento de roles: concepto de rol:
Es el conjunto organizado de conductas que se espera de quien ocupa una posición en una organización. Con el transcurso del tiempo todos los grupos asignan normas, aunque no lo discutan específicamente. Las normas son las reglas que gobiernan el comportamiento del grupo y que de no cumplirse generan malestar entre sus miembros.
Por otra parte también un equipo requiere de roles, entendidos como un conjunto de comportamientos estables esperados de una persona. Definir los roles permite al equipo actuar de manera eficiente.
¿Cuáles son las herramientas prácticas para esto?
- Definir grupalmente las normas y los roles.
- Ser explícitos en las expectativas de cada rol.
3) Relaciones interpersonales:
Los miembros de un equipo se necesitan uno a otros para lograr los resultados. En este sentido todos y cada uno de los miembros son necesarios para lograr los objetivos. Paro ello es importante que:
• Se valore el aporte de cada uno de los miembros.
• Se escuche cada uno de los puntos de vista.
Es preciso en este momento hacernos una pregunta: ¿qué ocurre hacia dentro de los equipos en las relaciones entre sus miembros?
Si adoptáramos el rol de observador externo de un equipo los únicos esfuerzos evidentes serían aquellos asociados con las tareas: tener reuniones, recopilar información, planificar acciones y mejoras, hacer cambios, escribir informes, etc.
Si en realidad estas fueran las únicas preocupaciones del equipo el progreso sería muy rápido. Y todos sabemos que esto no es así… ¿Qué es lo que sucede?
Sucede que siempre existen preocupaciones ocultas que, como contracorrientes, alejan al equipo de sus tareas obvias.
¿Cuáles son esas preocupaciones obvias?
Es muy frecuente que los miembros del equipo se formulen las siguientes preguntas:
• ¿Me siento parte del equipo o soy un extraño?
• ¿Pertenezco al equipo?, ¿quiero pertenecer?
• ¿Qué puedo hacer para encajar en el equipo?
• ¿Quién está a cargo?
• ¿Quién tiene mayor influencia?
• ¿Tendré influencia?
• ¿Seré escuchado?
• ¿Seré capaz de contribuir?
• ¿Me permitirán contribuir?
• ¿Cómo me llevaré con los otros miembros del equipo?
• ¿Seré capaz de desarrollar un espíritu de cooperación?
• ¿Podremos llegar al resultado?
• ¿Administremos bien los tiempos?
• ¿Todos nos beneficiaremos con los logros?