De entre todas las áreas oscuras y confusas en psicología social, la del liderazgo lucha indudablemente por alcanzar el primer puesto. E, irónicamente, probablemente sea el liderazgo, más que cualquier otro tópico en ciencias sociales, el tema del que más se ha escrito, pero sobre el que menos se conoce...
(Bennis)
Sea usted mismo, incluso con sus defectos. No pretenda representar ningún papel, no finja: sea usted mismo…un poquito mejorado pero manteniendo su identidad…
(J.A. Vallejo-Nájera)
(Bennis)
Sea usted mismo, incluso con sus defectos. No pretenda representar ningún papel, no finja: sea usted mismo…un poquito mejorado pero manteniendo su identidad…
(J.A. Vallejo-Nájera)
El coaching es una potente herramienta que genera un fuerte impulso para la mejora del rendimiento empresarial como fin último. Está plenamente enfocado a la acción eficaz y a optimizar el rendimiento con logros reales. Promueve una acción sostenida en el tiempo y orientada a conseguir un resultado sobresaliente en las áreas de trabajo que se plantean en las sesiones de coaching, y que se traduce en una fuente de motivación para seguir avanzando en el proceso.
¿Sería posible trasladar las herramientas que utiliza un coach en su sesión, donde se consiguen todos los beneficios mencionados, al día a día del desarrollo profesional del líder para conseguir esos mismos beneficios con sus colaboradores? Sí, rotundamente. Es interesante destacar que el coaching está enfocado a mejorar la productividad y el rendimiento. Para alcanzar esto, el líder que actúe como un coach trabajará sobre el conocimiento, la competencia y la psicología tanto propia como de su colaborador. El coaching se ocupa de perfeccionar algo que puede funcionar mucho mejor, o lo que es lo mismo, de sacar el potencial que el coachee o cliente lleva dentro. Se basa en la búsqueda de soluciones, en la acción para la obtención de resultados.
Si se analiza la figura de un líder que actúe como un coach, una de las primeras observaciones que se aprecian son que gestiona su liderazgo a través de su propio desempeño; que canaliza tanto los buenos como los malos momentos y por encima de todo, que hace una óptima gestión de su propia persona. Este modelo de directivo posee una visión del trabajo desde una perspectiva triunfadora y holística; potencia el talento, tanto individual como del equipo, con la responsabilidad de hacerlo crecer; entrena en habilidades tanto sociales como psicológicas de manera continua, sin perder de vista que su objetivo, a través de ello, es conseguir el mejor rendimiento. Para el líder con esta filosofía el fin principal es realizar un seguimiento constante de sus colaboradores asegurándose que la mejora de competencias, aptitudes, actitudes y comportamiento ético del grupo, se convierta en un hábito integrado para aplicarlo tanto en el presente como a largo plazo.
Un líder con habilidades de líder-coach, motiva a cada uno de los miembros de su equipo y desarrolla a sus colaboradores como personas y como profesionales de alto nivel. Trabaja sobre la autoestima de su gente, elabora planes de acción personalizados y concretos para cada uno de ellos, revisa siempre los resultados alcanzados e introduce las mejoras apropiadas para que la permanencia en la élite organizacional se mantenga firme.
El directivo es un experto en su ámbito de actuación pero un líder-coach debería trabajar sobre otros aspectos consustanciales al liderazgo. Un líder debe alimentar en su equipo la aspiración de superarse y mejorar constantemente, además de trabajar en el desarrollo competencial en el trabajo y el logro de sus objetivos. Un líder debe escuchar, motivar y fijar objetivos, así como las limitaciones y los premios que percibirán por lograrlos.
Indudablemente, la labor de un directivo es compleja y a veces, no lo suficientemente reconocida por la organización o sus propios colaboradores. El coaching no pretende incrementar este nivel de complejidad sino enriquecer la figura del líder para que consiga un mayor rendimiento tanto en su trabajo personal como en el trabajo con sus equipos.
Un líder que desarrolla las habilidades de un líder-coach potencia los siguientes aspectos para un mayor rendimiento de sus colaboradores:
- Informa sobre la visión y misión de la organización y del equipo.
- Genera en el trabajador nuevas expectativas que supongan mayores retos y por lo tanto, la posibilidad de incrementar su rendimiento. Estimula al colaborador para que adquiera competencias clave para el desarrollo más efectivo de su carrera profesional.
- Recomienda las mejores tácticas de trabajo. Ayuda a reconocer al trabajador sus puntos fuertes y débiles y facilita el desarrollo y el feedback (retroalimentación) necesarios. El objetivo es generar un proceso de enseñanza y aprendizaje.
- Identifica con el profesional las situaciones conflictivas o delicadas y cómo gestionarlas para superarlas de la forma más efectiva. Motiva a los colaboradores para que generen soluciones alternativas ante los problemas.
- Ayuda a que el profesional reafirme su identidad, genere sentimientos de propia competencia y confianza, y canalice de forma adecuada aquellas reacciones emocionales que puedan mermar su rendimiento.
- Crea hábitos de trabajo que provoquen el mantenimiento y consolidación de lo aprendido. El objetivo es fomentar un comportamiento duradero.
- Evalúa y realiza un seguimiento de lo aprendido de forma conjunta en el plan de acción de su colaborador.
- El objetivo principal es lograr un sentimiento de satisfacción integral en el profesional.
- Comunicarse de forma efectiva y generar impacto e influencia.
- Establecer las mejores formas de relación positiva con sus colaboradores.
- Ser asertivo y empático.
- Diseñar objetivos de forma correcta en base a criterios que se engloban en el acrónimo M.A.R.T.E. (Medibles, Alcanzables, Retadores, con Tiempo limitado y Específicos)
- Gestionar su tiempo.
- Trabajar en equipo.
- Saber escuchar.
- Formular las preguntas adecuadas.
- Generar ideas.
- Dar ejemplo con su conocimiento y con su ejercicio de la autoridad.
- Ser capaz de dar retroalimentación y hacer críticas constructivas.
La actuación de este tipo de directivos, reflexionando, está orientada a trabajar el crecimiento de sus colaboradores; a escuchar; a trabajar en un plan de acción retador con las vías de trabajo adecuadas; a crear relaciones positivas; a hacer preguntas empáticas y adecuadas para entender la realidad de su gente; a aportar feedback honesto y directo; a trabajar las potencialidades del profesional y a animarle a su propio conocimiento; a dar herramientas como experto y ofrecer soluciones a problemas, y finalmente, a retar y estimular al equipo.