sábado, 27 de abril de 2013

Comportamiento organizacional

A lo largo del siglo XXI se ha incrementado el interés por describir, predecir, explicar y controlar el comportamiento humano en el trabajo. Enfatizar en el análisis del comportamiento es fundamental para lograr un mayor beneficio organizacional y autores como Stephen Robbins así lo preconizan. Los individuos, los grupos y estructuras impactan en la conducta intra organizacional y analizar esto redundaría en un mayor conocimiento y  mejora de la eficacia dentro de la empresa.

Desde hace algunos años el comportamiento organizacional se ha convertido en un campo de estudio acotando su actuación a tres agentes concretos: individuos, grupos y organización. Su interés radica en aplicar el conocimiento obtenido sobre esos tres elementos en la conducta organizacional con el objetivo de conseguir un mejor funcionamiento en las compañías y de crear un lugar de trabajo más humano que redunde en ambientes de trabajo más productivos.

La conducta podría pronosticarse, dejando a un lado a la intuición, acertadamente si se realizara un estudio sistemático del comportamiento. Un estudio que aborde las relaciones para imputar causas y efectos sobre la conducta y obtener resultados a través de valores más científicos. En definitiva, reunir datos en un entorno controlado para que puedan ser medidos e interpretados de forma suficientemente precisa y por ende, valiosa para la compañía.

Dentro del análisis del comportamiento organizacional se incluirían aspectos tan relevantes como la estructura, el compromiso, la cultura y el clima corporativo, vinculado a esto, la motivación, la comunicación, el liderazgo, el poder, el trabajo en equipo y los procesos de cambio. Cada uno de estos aspectos se asocia para su estudio a los tres agentes anteriormente mencionados: el individual, el grupal y el organizacional. Esto es elemental para poder plantear conclusiones acertadas.

Conclusiones, como se avanzaba, sobre la conducta (que es susceptible de observación y por tanto, de una posible cuantificación) sobre las actitudes (inclinaciones de comportamiento de los individuos) y los valores (el aspecto más impreciso y que muestra la disposición de la conducta). La dificultad radica en averiguar el gap entre lo que se dice y se hace y más complicado se vuelve cuando entran en juego el poder de las jerarquías estructurales y la cultura que suele indicar la pauta de comportamiento comúnmente aceptada. La finalidad del comportamiento organizacional es ayudar a la eficiencia organizacional.

El comportamiento organizacional se apoya, buscando el rigor científico, en varias especialidades conductuales: en el área del análisis individual o microanálisis, se apoya en la psicología y en el área de procesos de grupos y organización, en el mix de disciplinas como son la ciencia política, la sociología, la psicología social y la antropología. Y como estas ciencias, y con el apoyo que le brindan, busca describir, entender, predecir y controlar todos los fenómenos del entorno organizacional. Describir cómo se comportan los trabajadores en condiciones diferentes para crear un código de lenguaje común que permita entender dicho comportamiento. Entender por qué las personas se comportan como lo hacen y averiguar las razones ocultas para buscar explicaciones. Predecir el comportamiento futuro de los empleados para saber qué trabajadores serán productivos y cuales no para emprender acciones preventivas. Controlar, en la medida que se pueda, la actividad humana en el trabajo para mejorar los resultados.

Se puede decir que  trabajar sobre el comportamiento organizacional es muy interesante ya que ayuda tanto a los líderes como a los empleados, a los primeros para motivar y apoyar a sus colaboradores para que desarrollen su trabajo y cumplan con las metas asignadas y a los segundos para poder tener éxito en su vida laboral.

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