miércoles, 8 de mayo de 2013

Liderazgo de alto rendimiento (Primera Competencia del Directivo- Coach)

 Un directivo que pretende desarrollar profesionales de alto nivel o equipos de alto rendimiento trabaja sobre los objetivos de sus colaboradores tanto de forma individual como dentro del equipo, intentando aumentar sus expectativas. Confía en el potencial de su gente y siempre tiene la voluntad de ayudar y hablar continuamente con ellos para conseguirlos.

Este paradigma de líder tiene la facultad de:

• Crear relaciones de confianza con su equipo.
• Practicar la escucha atenta y activa.
• Dar un adecuado feedback para mejorar ante los retos no logrados, sin minar la motivación.
• Felicitar por los éxitos.
• Trazar nuevas vías para seguir prosperando.

Este tipo de líder genera un clima de trabajo que aplaude la excelencia apoyándose en la disciplina, en la mejora continua y en el propio ejemplo que como profesional transmite. Nadie conoce al colaborador o al equipo mejor que él: sus intereses, sus conflictos, expectativas y motivaciones. Es su labor buscar la satisfacción y mejora continua de sus colaboradores para caminar hacia la excelencia.
El reto de todo directivo es que sus colaboradores saquen lo mejor de sí mismos y lleguen a conseguir grandes logros profesionales. Para esto es importante reflexionar con ellos sobre:

• Qué hacen.
• Cómo lo hacen.
• Qué y cómo lo quieren hacer a partir de ahora.

Su responsabilidad es favorecer un ambiente positivo, creativo y constructivo de trabajo. Para conseguirlo es interesante realizar un autoanálisis conjunto de la situación actual con el fin de definir qué y cómo avanzar desde ahora hacia el futuro.

De esta manera, se favorece la mejora del equipo de trabajo en:

• La comunicación.
• La motivación.
• La visión compartida de futuro.
• La implicación necesaria para conseguir objetivos y resultados comunes.

Se potencia, asimismo, la detección y búsqueda conjunta de aspectos de mejora continua en cualquiera de los factores que puedan afectar a la consolidación de un equipo compacto y unido entre sí y su líder. En definitiva, la meta es conseguir una estructura interna compacta y eficaz.

Se decía anteriormente que el reto del líder es conseguir el éxito a través del desarrollo completo del colaborador. Trabajar en cómo realizar su trabajo y qué mejoras sería interesante introducir para continuar prosperando en su desempeño. Es innegable, en este aspecto, la labor pedagógica asociada a todo líder y por tanto es interesante poner a su disposición el siguiente gráfico basado en los “Estilos de Aprendizaje de Kolb” para refrescar el modelo de aprendizaje individual y que de esta manera pueda servirle a la hora de trabajar con sus equipos:



Basado en el “Estilo de Aprendizaje de Kolb” y “Competencias de Mc Clelland”

A través de este modelo se analiza la manera de aprendizaje del trabajador y cómo afronta las diferentes situaciones a las que se enfrenta diariamente en su trabajo. Consecuencia de cómo el profesional aprende se puede extrapolar, según Kolb, cómo resuelve sus problemas, cómo afronta situaciones nuevas, experiencias y sus objetivos, así como el rol que desempeñará como miembro de un equipo.

Kolb cruza los cuatro estadios del ciclo del aprendizaje: experiencia concreta, observación reflexiva, conceptualización abstracta y experimentación activa para dar como resultado cuatro tipos de estilo de aprendizaje: adaptador, divergente, convergente y asimilador:

• Adaptador: mezcla la experiencia concreta y la experiencia activa. Esta tipología describe personas orientadas al liderazgo y al trabajo por objetivos. A ejecutar tareas, asumir riesgos y buscar nuevas oportunidades.
• Divergente: mezcla la experiencia concreta y la observación reflexiva. Esta tipología describe personas imaginativas, empáticas y con capacidad de resolver problemas desde una perspectiva global.
• Convergente: mezcla la conceptualización abstracta y la experimentación activa. Esta tipología describe personas orientadas a la toma de decisiones, a desarrollar formas alternativas de pensamiento, a experimentar con nuevas ideas y a elegir buenas soluciones.
• Asimilador: mezcla la conceptualización abstracta y la observación reflexiva. Esta tipología describe personas orientadas a la planificación, a la lógica y a no tomar decisiones aceleradas.

Lo interesante y útil para el líder, del planteamiento de Kolb, es que unos colaboradores aprenderán de la experiencia, otros a través de sus procesos internos de pensamiento, otros a través de la observación y de la escucha y los restantes a través de los sentimientos.

El líder debe poner de manifiesto su capacidad de observación para detectar la tipología de sus entrenados y enfocar en consecuencia su sistema pedagógico.

Retomando, nuevamente, la esencia de la competencia de liderazgo de alto rendimiento, he pretendido elaborar una breve guía para el líder, que pretendo sirva de ayuda, para la fase de establecimiento de los objetivos profesionales:
 
HOJA DE RUTA DE OBJETIVOS

• Establecer y definir los objetivos del profesional.
• Comprobar que los deportistas asumen los objetivos como M.A.R.T.E.:
 Motivadores.
 Alcanzables.
 Retadores.
 Medibles.
 Específicos.
• Dar Feedback y conseguir la aceptación de los colaboradores sobre sus objetivos.
• Adecuar las recompensas a las expectativas de los colaboradores.
• Facilitar las herramientas para su consecución (formación técnica, táctica, apoyo personal, psicológico y coaching).
• Realizar el seguimiento de los objetivos.
• Elaborar un método de evaluación para poder valorarlos.
• Consolidar los logros utilizando las recompensas valoradas por cada uno.

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