En momentos como los que estamos viviendo se hace fundamental desarrollar estrategias, por parte de las empresas, para retener el talento de sus empleados.
La crisis pasará y también la baja movilidad laboral. Esa no será la ocasión de reaccionar ante la fuga de personal, es ahora, en esta situación crítica dónde hay que cuidar a los trabajadores talentosos y fidelizarlos.
No invirtamos todos nuestros esfuerzos únicamente en atraer a los candidatos más cualificados a nuestra organización, invirtamos también en su integración y seguimiento, ya que de esa manera conseguiremos un alto compromiso. ¿No querrá que sus trabajadores se marchen con su competencia?
Potenciemos un entorno organizacional enriquecedor, donde se fomente la sana competitividad, se recompense el trabajo bien hecho tanto cuanti como cualitativamente, un clima laboral agradable y una relaciones superior-subordinado productivas y constructivas.
Y otro factor fundamental a la hora de evitar la salida de cerebros bien pudiera consistir en estimular el sentido de orgullo y pertenencia a su organización. ¿La clave? Haga partícipe a los empleados de los logros.
Hay que cuidar continuamente y diariamente a las personas que forman parte de la empresa.
Recuperarse de la pérdida de un talento siempre es doloroso si aún así le sucede comprenda por qué se ha marchado y evite que vuelva a pasar con otros colaboradores.
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