Espero que estés de acuerdo conmigo en que todas estas emociones, de forma verdadera y no falseada, son necesarias, incluso las que son consideradas negativas porque nos muestran nuestras disfunciones en la manera de comunicarnos con los demás, en nuestras necesidades y en nuestros anhelos.
El miedo sirve para mostrarnos peligros o amenazas con el fin de mantenernos seguros y a salvo. Por lo tanto, aunque no se trate de una emoción agradable, el miedo nos hace tomar conciencia de un peligro y adaptar nuestra conducta en consecuencia para poder protegernos. Lo sano, lo natural es que cuando el peligro ha desaparecido la emoción se diluye. El miedo no debe durar más del tiempo que se tarda en resolver la situación peligrosa tanto presente como futura.
El problema surge cuando falseamos ese miedo, convirtiéndolo en un sentimiento disfuncional. Por ejemplo, una fobia es un miedo de estas características, ya que procede del pasado y no contribuye a solucionar un peligro actual. Otro de los problemas reside en ignorar ese miedo convirtiéndonos en unos kamikaces o un peligro para nosotros mismos.
La ira sirve para poner todas nuestras energías en pos de que una situación cambie, o los comportamientos de los demás o incluso nuestros propios comportamientos, aquellos que consideramos no convenientes.
Al igual que el miedo, la ira bien expresada, es algo bueno, ya que permite identificar un problema y modificarlo. Esta emoción responde a una situación presente destinada a realizar un cambio y por tanto debe expresarse en ese momento presente respetando tanto a nosotros mismos como al otro.
La ira mal controlada que inevitablemente puede ir de la mano de la violencia es inconcebible pero la ira administrada de manera correcta nos descarga porque nos permite sentirnos bien y ofrece al cuerpo y a la mente la opción de renovarse.
La tristeza sirve para hacernos aceptar lo inevitable, lo que no se puede cambiar, lo que se ha perdido. Al igual que las emociones anteriores, en contra de su percepción negativa, la tristeza es buena, es funcional porque nos permite adaptarnos a una nueva situación en nuestra vida tras la pérdida. La tristeza, a diferencia de las dos emociones anteriores, está vuelta hacia el pasado, la pérdida a la que se enfrenta la persona ya ha tenido lugar. Sentir tristeza con respecto al futuro sería, en este caso, un sentimiento falseado.
La alegría es un sentimiento grato y vivo que nos señala que hemos conseguido un objetivo, que hemos logrado algo deseado. ¿Alguien duda de los beneficios de la alegría? ¿Entonces porque hay personas que no logran expresarla consiguiendo de esta manera que la emoción se convierta en disfuncional? Recuerdo a este respecto un famoso refrán: quien ríe en viernes llora en domingo…
Las emociones hay que vivirlas. Te propongo este ejercicio para que lo realices con tu coachee, a modo de conclusión, aplicable a cada una de las cuatro emociones en este artículo tratadas:
EL MIEDO
-. Identifica un miedo que te afecte en este momento.
-. Describe de la forma más exhaustiva la situación.
-. Toma conciencia de tus creencias, valores o de lo que has falseado como consecuencia de este miedo.
-. ¿Qué sientes en tu cuerpo?
-. ¿Qué puedes hacer para calmarte?
-. ¿Qué vas a hacer para protegerte?
LA IRA
-. Identifica una ira que te afecte en este momento.
-. Describe de la forma más exhaustiva la situación.
-. Toma conciencia de tus creencias, valores o de lo que has falseado como consecuencia de esta ira.
-. ¿Qué sientes en tu cuerpo?
-. ¿Qué vas a hacer para lograr el cambio que deseas?
-. ¿Qué vas a hacer para manifestar esta ira? ¿Cuándo?
LA TRISTEZA
-. Identifica una tristeza que te afecte en este momento.
-. Describe de la forma más exhaustiva la situación.
-. Toma conciencia de tus creencias, valores o de lo que has falseado como consecuencia de esta tristeza.
-. ¿Qué sientes en tu cuerpo?
-. ¿Qué puedes hacer para confortarte?
-. ¿Qué vas a hacer para ir hacia delante?
LA ALEGRÍA
-. Identifica un momento de alegría que estés viviendo actualmente.
-. Describe de la forma más exhaustiva la situación.
-. Toma conciencia de tus creencias, valores o de lo que has falseado como consecuencia de esta alegría.
-. ¿Qué sientes en tu cuerpo?
-. ¿Qué vas a hacer para capitalizar la energía de esta alegría? ¿Cómo la vas a expresar?
Artículo publicado en:
http://www.grado3.com/noticia.php?id=7
http://www.aecee.es/la-inteligencia-emocional/
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