miércoles, 10 de octubre de 2012

Coaching para mejorar la autoestima. Parte II

Me gustaría empezar este segundo post sobre la autoestima y su intervención desde el coaching con la siguiente pregunta: ¿Cuál es tu nivel de autoestima?

En mi opinión, para conocer la autoestima que posees es preciso hacer una valoración de los componentes que influyen y actúan de forma conjunta sobre ésta: cómo te percibes a tí mismo y cómo desearías ser:

1. Cómo te percibes a tí mismo, es decir, cómo ves o piensas que eres y cómo te comportas en las distintas facetas de la vida.
2. Cómo desearías ser, es decir, el ideal de cómo te gustaría ser y comportarte en la distintas facetas de tu vida.

La discrepancia entre cómo te percibes y cómo te gustaría ser da como resultado un determinado tipo y grado de autoestima. Averiguar ese “gap”,  esa brecha entre tu realidad y su ideal y actuar sobre ella es la esencia de la mejora que se pretende conseguir con este post.

Para responder a tan complicada cuestión quiero formularte las siguientes preguntas que con toda probabilidad te harán más sencilla la respuesta y te conducirán a la forma idónea de fomento  de tu autoestima:

· ¿Te aceptas como persona?
· ¿Tienes confianza en ti mismo?
· ¿Sabes defender tus opiniones, pensamientos y sentimientos frente a otras personas?
· ¿Tienes la capacidad de decir “no”?
· ¿Te expresas fácilmente ante personas desconocidas?
· ¿Defiendes que tu opinión es tan válida como la de los otros?
· ¿Te auto-castigas en demasía cuando cometes un error?
· ¿Te es fácil aceptar una crítica justificada?
· ¿Te gusta la imagen que percibes de tí mismo?
· ¿Tu imagen dista o está cerca de Tu “yo ideal”?

Reflexionemos sobre cuál es el origen de tu autoestima, bien podría ser una valoración que surge con el transcurso y acumulación de los años. Ya desde la niñez recibimos mensajes de todo tipo de las personas que nos rodean y que forman parte de nuestra vida. A partir de ellos, vamos creando nuestra propia imagen y valoración de nosotros mismos. Súmale el resto de las vivencias, experiencias y relaciones personales y profesionales que hayas tenido a lo largo de estos años y cómo te ha enfrentado a ellas y sigue ampliando con tus éxitos, errores o fracasos. Ahí tienes el origen de cómo ha sido tu autoestima a lo largo de los años y hacia dónde se va forjando. Valora, además, cómo te encuentras en este momento y si influyen en tu estado de ánimo.

Te proponemos que realices el siguiente ejercicio, analiza quién ha participado o está participando en la construcción de tu autoestima. Anota, por un lado, las personas relevantes que te han transmitido mensajes positivos y escríbelos.  Por otro lado, las personas que te han trasmitido mensajes negativos o destructivos para tu autoestima y anótalos igualmente:
  • ¿Quién y qué mensaje te transmitió?
Elabora una lista tan larga como desees y valora los resultados obtenidos. A continuación, sustituye cada mensaje negativo por uno positivo que lo transforme. Busqua cómo eres realmente y todo lo que puedes aportar. Debes recordar que la mayoría de nosotros, tendemos a subestimar nuestros recursos interiores, olvidando que  estamos más capacitados de lo que creemos.
 
No debes olvidar, que sólo a través del respeto hacia tu propia persona, podrás ganarte la confianza de los demás.

Cuando te encuentras a gusto contigo mismo se refleja en tu cara, en tu comportamiento y en la forma de relacionarte con los demás. 

Respóndete adicionalmente a las siguientes cuestiones:

· ¿Cómo crees que sueles actuar? ¿Por qué?
· ¿Cómo piensas que te ven los demás? ¿Por qué?
· ¿Cómo te gustaría que te vieran? ¿Por qué?
· ¿Cómo te gustaría que no te vieran? ¿Por qué?

Los problemas de autoestima son una epidemia en nuestra sociedad actual. Anímate a diferenciarte del resto.

Vivimos en un entorno que nos exige y que nos crea auto-exigencias no acordes en multitud de ocasiones con nuestra realidad y ahí es donde comienzan las distorsiones entre tu “yo real” y tu “yo ideal”, una de las causas fundamentales de la baja autoestima.  ¿Tienes que ser guapo, delgado y  listo? ¿Tienes que ser director general de una gran multinacional?

NO TIENEs que serlo, DESEAs serlo ¿Comprendes dónde quiero hacerte llegar? Si la valoración que haces de tí mismo no es suficientemente buena puedes realizar cambios para mejorarla. No entres en un círculo vicioso donde al no quererte suficiente no te preocupes por mejorar, y por tanto, tu evaluación siga siendo baja o incluso empeore.

Me gustaría decirte algo: quererse es fundamental. No es una opción, es tu responsabilidad. Si no te quieres a ti mismo ¿cómo te van a estimar los demás?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

PrestaShop themes