“Para comunicarse de manera efectiva, debemos darnos cuenta que todos somos diferentes en la forma en que percibimos el mundo y usar este conocimiento como guía para nuestra comunicación con los demás”.
(Anthony Robbins)
Escuchar nos permite, fundamentalmente, construir relaciones personales satisfactorias. Tanto en el ámbito laboral como en el personal.
Todos sabemos, a poco que hayamos hecho algún curso de comunicación eficaz, que es vital evitar los prejuicios, agresiones y discusiones, que hay que buscar los puntos en común y valorar la integridad de nuestro interlocutor.
Pero ¿por qué no permitimos que otros hablen? ¿por qué no nos predisponemos a escuchar? ¿por qué no hacemos preguntas para comprenderles? Creo que porque en ese momento se nos olvidan los beneficios: confianza y respeto.
Si tienes presente el deseo de que confíen en tí y te respeten, escucha y recuerda este sencillo pero eficaz guión:
- ¿Cuál es el contexto de la conversación y de qué manera puede condicionarte?
- ¿Cuál es la historia personal tanto del emisor como del receptor?
- ¿Qué trasfondo puede existir? ¿Qué histórico hay entre vosotros y cómo puede afectar a la comunicación?
- ¿Escuchas lo que no se dice? ¿El lenguaje no verbal y los silencios?
- ¿Cuál es el estado emocional de la conversación, tanto del oyente como del orador?
“Tenemos dos orejas y una boca para que podamos escuchar el doble de lo que hablamos”. (Epicteto)
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