Si respondo a esta pregunta mi respuesta sería que fundamental. La valoración que de las personas se hacía dentro de la organización empresarial afortunadamente se ha ido transformando. Estamos en un momento de cambio por parte de la mayoría de empresas de este país. Empezamos a dejar de hablar de recursos humanos, entendiendo de esta manera al individuo como un recurso más a gestionar en la empresa, para hablar de personas, motivación, talento, gestión del conocimiento, etc. El principal valor de toda empresa son las personas ya que en éstas reside el talento y los directivos que obvien esta realidad fundamental casi con toda seguridad se están abocando tanto a su propio fracaso como al de sus unidades de negocio.
En el contexto que en este momento nos encontramos hablar de motivación no es una cuestión manida, si no fundamental ya que nos posibilita orientar el ánimo, la energía y la conducta de los profesionales de nuestra organización hacia el logro de los objetivos tanto empresariales como personales. Pensemos en la importancia de estar motivados para poder seguir avanzando en su desarrollo profesional propio y de nuestros colaboradores.
Apreciar la importancia de esta realidad es lo que está llevando a las empresas a desarrollar formas de atraer y de retener a su capital humano. Ahí es donde el coaching puede hacer mucho por la organización y sus profesionales, ya que es una herramienta que impulsa el desarrollo del capital humano y del talento de la organización. Está plenamente enfocado a la acción eficaz y a optimizar el rendimiento con logros reales. Es vital que todos los niveles de la organización hagan una buena gestión hacia políticas de motivación para que el beneficio de la empresa no se vea mermado.
El sábado, 21 de julio, tuve la oportunidad de impartir el módulo formativo del que soy responsable: gestión de la motivación dentro del máster en coaching y gestión del talento en la Escuela Europea de Dirección y Empresa (EUDE).Pude comprobar, una vez más, todo el buen trabajo que desde el coaching puede hacerse por cada uno de los miembros que integran una organización para aumentar su motivación.
Para iniciar la salida de esta crisis tenemos que transformar nuestro paradigma de pensamiento, salir de la zona de confort, alimentar una mentalidad más positiva, mantener la serenidad, buscar nuevas vías de actuación ante problemas diferentes. En este sentido es donde el coaching puede ayudar a los directivos y empresarios. Utilizar la ayuda de un coach con el objetivo de motivar y de conservar el talento, mejorar las relaciones profesionales y el clima en general, deviene en unos mejores resultados. Los directivos son una parte muy importante del valor estratégico de la empresa y de su implicación y participación en ésta pende su progreso y conservación.
Ahora más que nunca deben invertir en el capital humano para ajustarse a estas nuevas circunstancias. El poder meditar y reflexionar sobre estrategia con un coach evita errores y repercute de forma positiva en toda la empresa.
Muchas gracias a mi alumn@s de EUDE por tomar las fotos de la sesión de formación. Un placer compartir la formación con vosotr@s!!
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